Este torreón vigía, de la segunda mitad del siglo XIII, está orientado hacia el río Guadalimar. Sirve de mojonera entre los términos de Navas de San Juan y Santisteban del Puerto.
Este castillo rural, de mampostería menuda, ha quedado reducido a una modesta torre de homenaje bastante maltrecha, de planta rectangular y alberga dos aposentos superpuestos.
La forma de esta construcción es muy distinta a la del torreón cercano de Poyato, ya que es de bastante menor altura y en cambio es de mayor extensión.
La entrada, al nivel del suelo, se hace por una pequeña puerta ojival, bastante mal conservada y por la que se entra a una pequeña estancia con techumbre de bóveda en ojiva.
Desde esta estancia, y a través de un pequeño portillo y por una interesante escalera de medio caracol, construida dentro del muro, se sube hasta la azotea. En ella se abren varias aspilleras a las que se acceden mediante una plataforma circular.
El torreón domina una gran extensión de terreno de olivar, así, desde allí se hacían señales a los habitantes de otros castillos.